7 cuadros barrocos del Apóstol Santiago

Para celebrar el 25 de julio, El Barroquista propone un ranking de 7 cuadros de Santiago pintados por otros tantos grandes maestros del Barroco.

 

El Apóstol Santiago, patrón de España y de Galicia, es uno de los santos con más variedad iconográfica. Para celebrar el 25 de julio, El Barroquista propone un ranking de 7 cuadros de Santiago pintados por otros tantos grandes maestros del Barroco.

 

7. El Apóstol Santiago de Murillo (ca.1655)

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¿Dónde se puede ver este cuadro?

Esta visión de Santiago es una de las muchas joyas del Museo del Prado que rara vez encuentra hueco en las repletas paredes del edificio de Villanueva. Para disfrutarlo, hay que verlo en alguna exposición temporal o, si no, en la ficha de la magnífica web del Prado. A finales de este año viajará a Sevilla para ser expuesto en Los Venerables. Habrá que aprovechar la ocasión…

¿Quién lo pintó?

Murillo fue uno de los pintores españoles del barroco que más éxito tuvo durante su vida, tanto en suelo hispánico como en Francia e Inglaterra. Sus imágenes de la Virgen María se cuentan entre las iconografías más exitosas de toda la Historia del Arte.

¿Qué tiene de especial?

El maestro sevillano propone una versión dulcificada de Ribera. Fusiona de manera brillante la imagen del peregrino (bordón y esclavina con la vieira) con la del apóstol (el enorme libro y el manto rojo). Si lo pensamos bien, la representación carece de sentido, ya que ese lujoso manto (que luego veremos en Ribera y Rubens) no encaja lógicamente con la ropa de peregrino que lleva debajo. Sin embargo, como imagen, la mezcla funciona a la perfección. Es ahí donde vemos la maestría de Murillo para la iconografía, resumiendo diferentes conceptos en una sola imagen de gran fuerza visual.

 

6. El Apóstol Santiago el Mayor de Guido Reni (1618 – 1623)

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¿Dónde se puede ver este cuadro?

A diferencia de los otros cuadros del Prado de los que se habla en este artículo, esta obra de Reni suele formar parte de la exposición permanente, así que puede verse en las salas del museo, siempre y cuando no esté «de viaje». Esto se debe a que es una de las mejores pinturas de Guido Reni conservadas en el Prado (y en España). Todo un lujo.

¿Quién lo pintó?

Reni es uno de los más importantes maestros del barroco italiano. En su arte se mezclan de manera equilibrada las dos principales escuelas de la pintura italiana del XVII: la de los Carracci y la de Caravaggio. Su figura ha sido recuperada desde mediados del siglo XX.

¿Qué tiene de especial?

Mientras que la mayoría de obras en este ranking miran al espectador, el apóstol Santiago de Reni dirige sus ojos a lo alto. Elevando esa oración, el pintor boloñés intenta transmitir la emoción de la plegaria al espectador de manera solemne y estilizada. Sólo un elemento (el bordón) nos recuerda que estamos ante un santo peregrino, permitiendo su identificación como atributo de Santiago. Un perfecto ejemplo de cómo el clasicismo italiano del XVII presentaba las imágenes de los santos.

 

5. Santiago el Mayor de Ribera (ca. 1634)

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¿Dónde se puede ver este cuadro?

Como tantas joyas del barroco, este excepcional ribera se puede ver en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. La institución andaluza posee una de las mejores colecciones de arte barroco del planeta, como corresponde a la que fue una de las ciudades más importantes del mundo durante el barroco.

¿Quién lo pintó?

Valenciano de Xàtiva, Ribera es un titán de la pintura. Ensombrecido por la grandeza de Velázquez y la fama de Zurbarán y Murillo, el hecho de que desarrollase su carrera en Italia seguramente haya servido para rebajar (injustamente) su papel como gran estrella de la escuela barroca española.

¿Qué tiene de especial?

Como corresponde a un gran genio, la representación de Ribera juega con todos los clichés para dar lugar a una imagen única. Por una parte, su Apóstol Santiago es muy joven, mucho más que el resto de los que tenemos en esta lista. Esta visión juvenil, que utiliza en otros cuadros de Santiago como los dos que se conservan en el Prado (éste y éste), aporta interesantes matices a la figura de un apóstol. Por el otro, como ya vimos en Murillo, combina al apóstol con el peregrino, nuevamente a través del manto rojo que luego veremos en Rubens. En este caso, el juego es más interesante, porque Ribera esconde los signos jacobeos del cuadro: la vieira está prácticamente oculta por el manto, mientras que el bordón se apoya contra el borde del cuadro. Pura creatividad.

 

4. Santiago el Mayor de La Tour (1614 – 1620)

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¿Dónde se puede ver este cuadro?

No todo iba a estar en el Prado. Esta joya de la pintura barroca, redescubierta en Francia en 2005, se conserva en una colección privada desde 2008, cuando fue subastada en Nueva York por Sotheby’s. Originalmente formaba parte de un apostolado completo que La Tour pintó para un canónigo de Albi entre 1614 y 1620. Este mismo año 2016 el cuadro ha sido expuesto públicamente en España. ¿Adivinas dónde? Claro. En el Museo del Prado.

¿Quién lo pintó?

Georges de La Tour está siendo uno de los grandes artistas barrocos recuperados en las últimas décadas. Famoso y exitoso en su tiempo, este pintor francés fue olvidado hasta el siglo XX. Tanto que, a día de hoy, tenemos localizadas unas cuarenta obras suyas. Aunque es predecible que esta cantidad vaya creciendo en los próximos años.

¿Qué tiene de especial?

La solemnidad habitual en las figuras de La Tour se aplica, en este caso, a una visión «popular» del Apóstol. La imagen de Santiago que ofrece el pintor lorenés es de un extremo realismo. Tanto que podríamos pensar que en su cuadro ha retratado a un verdadero peregrino, agotado y ajado por la dureza del Camino, con las vieiras en su esclavina y sombrero, así como el bordón con la calabaza.

 

3. Santiago el Mayor de Rubens (1610 – 1612)

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¿Dónde se puede ver este cuadro?

Volvemos, inevitablemente, al Prado. Como la mayoría de los cuadros de este ranking, pertenece a un apostolado, pintado por Rubens hacia 1610. En la figura, muy rotunda, se aprecia el vigor miguelangelesco que el maestro flamenco desarrolló tras su viaje a Italia. Aunque el cuadro es magnífico, es uno de los muchos rubens que el Museo del Prado no tiene habitualmente en exposición. Así que, normalmente, hay que conformarse con verlo en la web de la institución.

¿Quién lo pintó?

A pesar de ser, por cantidad y calidad, el pintor más importante del XVII europeo, Rubens ha sido uno de los artistas más injustamente devaluados de las últimas décadas. Su pintura, carnosa y opulenta, no parece del gusto del «gran público» actual. Sin embargo, su única combinación de talento artístico y erudición cultural merece una reivindicación que lo devuelva al puesto que merece entre los grandes artistas de la Historia del Arte.

¿Qué tiene de especial?

Además de la magnífica calidad técnica, habitual en Rubens, esta imagen de Santiago se destaca por la forma confiada y solemne con la que mira directamente al espectador. El manto rojo (impropio de un peregrino) domina toda la composición y tendrá gran influencia en otros maestros. El genio flamenco juega con la iconografía, ya que mezcla la imagen de Santiago como apóstol, con el grueso libro que sujeta y su rico manto, con la representación tradicional como peregrino, a través del sombrero y el bordón. Un típico guiño rubensiano que tendrá gran influencia en artistas más jóvenes, como vimos en Murillo y Ribera.

 

2. Santiago el Mayor de Alonso Cano (1635 – 1637)

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¿Dónde se puede ver este cuadro?

Esta pequeña joya se conserva y expone en la sala de pintura española del Louvre. El gran museo parisino adquirió este cuadro en 1977. En origen, formaba parte del retablo de la iglesia de Santa Paula de Sevilla.

¿Quién lo pintó?

El granadino Alonso Cano fue uno de esos grandes creadores «multifunción», ya que cultivó con gran éxito las tres grandes artes: pintura, escultura y arquitectura. Compañero de Velázquez en el taller de Pacheco, su obra no es tan famosa como merecería, entre otras cosas porque se han perdido muchas de sus piezas más importantes, mientras que las conservadas se encuentran dispersas por todo el mundo.

¿Qué tiene de especial?

El Santiago de Cano es un descarnado peregrino descalzo, con el rostro maltratado por la intemperie y la mirada intensa, profunda y levemente perdida propia de los romeros. Como el cuadro de La Tour, el espectador aprecia la presencia de un verdadero peregrino, de cuerpo tan agotado que es una de las pocas imágenes en que el apóstol peregrino se representa sentado. Se encuentra mucho más cerca de los mendigos de Ribera o Velázquez que del solemne Apóstol pintado por Murillo o Rubens. Alonso Cano sabía lo que era un peregrino y lo representa en su tela.

 

1. Santiago el Mayor en oración de Rembrandt (1661)

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¿Dónde se puede ver este cuadro?

Solamente en internet, porque este raro cuadro del maestro holandés fue subastado en 2007 en Sotheby’s por casi veintiséis millones de dólares. Antes de la subasta ya era propiedad privada y parece que va a seguir siéndolo. Una lástima.

¿Quién lo pintó?

Cualquiera que entre en mi web se puede dar cuenta rápidamente de la devoción que le tengo a Rembrandt. Una vez más, con maravillas como este cuadro, esa admiración no hace más que aumentar.

¿Qué tiene de especial?

Todo. En este íntimo cuadro, Rembrandt dinamita toda la iconografía del Apóstol Santiago. Lo representa junto a su sombrero y su bastón de peregrino, pero sin llevarlos puestos, porque en realidad vemos que la figura está rezando, situada de perfil al espectador. Un giro que sirve para cambiar totalmente la imagen del apóstol, mezclando de manera equilibrada el crudo realismo que podíamos ver en La Tour o Cano con la solemnidad de Reni o Rubens. La particular forma de representar a los santos de una forma más humana es típica de Rembrandt, pero en este cuadro va más allá. Otra maravilla del genio holandés que debería estar en un museo.

 


 

 

Todas las imágenes proceden de Wikipedia, excepto Santiago el Mayor de A. Cano (Muzeo)


 

Fuentes del artículo
A. Blunt, Arte y arquitectura en Francia 1500-1700, Cátedra, Madrid, 1998.
A. E. Pérez Sánchez, Pintura barroca en España 1600-1750, Cátedra, Madrid, 2000.
J. Rosenberg, S. Slyve y H. ter Kuile, Arte y arquitectura en Holanda 1600-1800, Cátedra, Madrid, 1981.
H. Vlieghe, Arte y arquitectura flamenca, 1585-1700, Cátedra, Madrid, 2000.
VV.AA., Georges de la Tour (catálogo exposición), Museo del Prado, Madrid, 2015.

Fuentes online
Catálogo online del Museo del Prado
Web del Museo de Bellas Artes de Sevilla
Web oficial del Museo del Louvre
Wikipedia

  1. Gracias por los siete retratos y por tus comentarios.

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  2. Excelente artículo. Una recopilación de imágenes exquisita y unos comentarios concisos, perfectos para que el público en general conozca sobre la pintura barroca. Soy la community manager de https://elcaminodesantiagollegaati.com, web que promociona esta música de Pablo Manavello inspirada en el Camino de Santiago de Compostela y me tomaré el atrevimiento de publicar algunas imágenes de esos hermosos cuadros barrocos sobre el Apóstol Santiago en nuestras redes sociales por supuesto con su correspondiente crédito. Desde ya estoy suscrita a su blog y muchas gracias por compartir esta valiosa información para los amantes del arte.

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    1. ¡Muchas gracias por comentar!

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  3. Beatriz Alvarez-Villamil Bárcena 25 julio, 2019 a las 12:28

    Muchas gracias por el artículo. Muy interesante. Gracias por enseñarnos sobre el Barroco, sus artistas y estas maravillosas obras.

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  4. Perfecto artículo. Impresionantes pinturas, y comentarios acorde con las obras expuestas.

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