7 cúpulas barrocas para tocar el cielo

El Barroquista propone una lista de las más memorables cúpulas del Barroco europeo.

Tan pronto como en 1419, recién comenzado el periodo que luego se conocería como Renacimiento, Filippo Brunelleschi ganaba el concurso para construir la cúpula de Santa María del Fiore, la catedral de Florencia. Su mítico proyecto se convertiría en la madre de todas las cúpulas. A puntito de cumplir seicientos años, referente visual de la ciudad del Arno desde entonces hasta hoy, la obra florentina fue modelo para un verdadero aluvión de cúpulas durante el resto del Renacimiento, etapa culminada por la grandiosa cúpula vaticana de Michelangelo Buonarroti.

A partir de la obra del Vaticano se abrió la puerta para el Barroco. Toda iglesia de dignidad quería una cúpula como la romana y las principales catedrales, cuando se lo podían permitir, buscaban rivalizar con las legendarias cúpulas de Florencia y Roma. El skyline de las grandes ciudades barrocas empezó a llenarse de altivas cúpulas, que empezaron a construirse no sólo en iglesias sino también en palacios y otro tipo de edificios. Al final de la época barroca la cúpula se consolidó definitivamente en el mapa visual colectivo como un símbolo, dando frutos en todos los períodos de la arquitectura posteriores, desde el Capitolio hasta Norman Foster.

Elegantes e icónicas, grandes y pequeñas, El Barroquista propone una lista de las más memorables cúpulas del Barroco europeo.

 

7. Radcliffe Camera

Bodleian Library

¿Dónde está?

En Oxford. A pesar de su tamaño, discreto en comparación con sus compañeras en esta lista, la «Rad Cam» es una de las cúpulas más icónicas del Reino Unido y uno de los edificios más famosos de la centenaria Universidad.

¿Quién la construyó?

El arquitecto James Gibbs la levantó entre 1737 y 1749 para albergar la Biblioteca Científica Radcliffe. Actualmente es parte de la Bodleian Library y se utiliza como sala de lectura, ya que el fondo Radcliffe está custodiado en otro edificio. James Gibbs también es autor de la famosa iglesia de St. Martin-in-the-Fields en Trafalgar Square, aunque la Rad Cam se considera su obra mejor acabada, por la elegancia de sus proporciones y su repercusión en la arquitectura posterior.

Plafond

¿Qué tiene de especial?

Para empezar, es la única de estas siete cúpulas que no corona una iglesia, sino una biblioteca, concebida como un verdadero «templo» del conocimiento. Sigue utilizándose hoy en día como biblioteca -contiene más de medio millón de libros de historia- lo cual termina por desesperar a los trabajadores a causa de las mareas de turistas que rompen el deseable ambiente de estudio. Los estudiantes de Oxford a menudo aprovechan cualquier excusa para tener que ir a recoger algún libro que se encuentre en sus estantes y darse el placer de disfrutar de este espacio arquitectónico único. ¡Menudo lujazo de sitio para ir a fotocopiar los apuntes!

Rad Cam 2nd level

 

 

6. Igreja de Santa Engrácia (Panteão Nacional)

Engracia

¿Dónde está?

En el bellísimo barrio de São Vicente de Fora, en Lisboa.

¿Quién la construyó?

Se comenzó en 1682 pero su arquitecto, João Antunes, la dejó inacabada a su muerte en 1712. Otras obras del rey, como Mafra, captaron más atención de las arcas reales portuguesas, paralizándose la construcción de Santa Engracia. Luego se cruzó con ella uno de los mayores terremotos de la historia de Europa y varios desastres más, así que la construcción no se acabó definitivamente hasta 1966… ¡284 años después del inicio de las obras!
Se comprende perfectamente que los portugueses la utilicen en sus dichos y comentarios sobre obras que se alargan eternamente…

Panteao Nacional

 

¿Qué tiene de especial?

A pesar de ser una de las obras con peor suerte de la época barroca, la iglesia de Santa Engracia, con sus elegantes formas clasicistas, es también una de las grandes joyas del período. Construida prácticamente al lado de São Vicente de Fora, otro excepcional monumento barroco, la iglesia y su cúpula parecen haber aterrizado en medio de Lisboa procedentes de otro mundo. Pasear por el tambor de su cúpula y por sus cubiertas, justo al lado del mar, es una de las experiencias más especiales que puede proporcionar la arquitectura barroca internacional. Es poco habitual poder disfrutar de un edificio de plan central con cúpula, y menos todavía poder visitar uno que nos permite hacernos una idea, en pequeño, de como podría haber sido el proyecto de Michelangelo para el Vaticano si se hubiese construido. La visita es un verdadero lujo, porque suele estar bastante vacía, sin riadas de turistas. Además, su uso como Panteón Nacional de Portugal permite rendir el debido respeto a la tumba de Amália Rodrigues. No se puede pedir más.

staengracia

 

 

5. Real Basilica di Superga

Superga

¿Dónde está?

Dominando la colina de Superga, en las afueras de Turín.

¿Quién la construyó?

Su autor fue Filippo Juvara y se considera una de sus obras maestras. Los trabajos avanzaron con agilidad entre 1717 y 1731. La obra fue iniciativa de Víctor Amadeo II de Saboya como símbolo de su pujanza política en el mapa europeo. En ella fueron solemnemente enterrados gran parte de los monarcas de la Casa de Saboya.

superga

¿Qué tiene de especial?

La Superga ofrece un equilibrio muy interesante entre barroco y clasicismo, así como una muy personal combinación de color entre los diferentes materiales, dotándola de una imagen inconfundible. Junto con Stupinigi y el Palazzo Madama forma la trilogía de obras maestras turinesas de Juvara, siendo considerada la basílica como el edificio más importante de los tres. En el barroco centroeuropeo e italiano se construyeron habitualmente este tipo de santuarios en lo alto de las montañas, intentando un diálogo simbólico con la inmensidad de la naturaleza circundante. De todos estos santuarios en montañas, la Superga es sin duda el más impresionante. La decoración es una creativa mezcla entre las influencias, en principio antagónicas, de Bernini y Borromini. Contemplar esta joya de la arquitectura rodeada de las montañas alpinas es uno de los más extraños espectáculos que nos ha legado el barroco.

La-Basilica-di-Superga

 

 

4. Hôtel National des Invalides

Invalides

¿Dónde está?

En París. Por supuesto.

Más concretamente, en el VII Distrito, no muy lejos de cierta torre de hierro…

¿Quién la construyó?

Los Inválidos es la única obra de esta lista que no se debe a la mano de un único artífice, sino que es el resultado de la mezcla de dos arquitectos: Libéral Bruant fue el encargado de trazar los planos, pero la construcción fue llevada a cabo por el gran Jules Hardouin-Mansart, autor de la cúpula, que es la parte que interesa aquí. Concebido como residencia real para soldados retirados, lisiados o ancianos, el enorme complejo arquitectónico se contruyó entre 1671 y 1674, pero la obra de la iglesia y su cúpula fueron aplazadas y no se terminarían hasta 1706.

Invalides_at_night

¿Qué tiene de especial?

Es una de las grandes joyas de la arquitectura de Luis XIV, perfecta expresión del estilo de su tiempo y obra maestra de Hardouin-Mansart. La iglesia cupulada fue erigida expresamente como templo para la oración privada del rey, existiendo otro templo anexo para el rezo de los soldados. La elegancia refinada de su cúpula despide el aroma genuinamente parisino que la hace única. El estilo de Mansart sería luego imitado por todo el mundo, especialmente en las nuevas capitales como San Petersburgo o Washington.

Además, la visita es inexcusable por la riqueza de los museos que actualmente ocupan parte del complejo, así como la importancia arquitectónica del propio edificio, que merece una visita en sí mismo. Dentro de la iglesia, bajo la elegante cúpula, está instalada desde 1840 la tumba de Napoleón. Palabras mayores.

¡Ah! ¡Y tiene su propia estación de metro! ¡No hay excusa para no ir!

Inválidos París

 

 

3. Santa Maria della Salute

Salute

¿Dónde está?

Con esa fotografía, no haría falta indicar que hablamos de Venecia. Y para cualquiera que haya estado en la Ciudad de los Canales, la cúpula de la Salute es parte imborrable de la imagen del Gran Canal.

¿Quién la construyó?

La Salute es la obra maestra del prestigioso y longevo arquitecto veneciano Baldassare Longhena. La iglesia fue edificada entre 1631 y 1687 como exvoto de los ciudadanos de Venecia para protegerse de la peste de 1630. Se escogió como emplazamiento un gran solar en la Punta della Dogana, la afilada lengua de tierra que da la bienvenida al Gran Canal. Desde ahí ha saludado durante más de tres siglos a todos los que han llegado por mar a la ciudad de los canales.

Santa_Maria_della_Salute

¿Qué tiene de especial?

Posiblemente estemos hablando del edificio más icónico de Venecia tras San Marcos y el Palacio Ducal, pero no debemos dejar que las apariencias nos engañen: no se trata sólo de una belleza pintoresca, sino que estamos ante una de las estructuras más interesantes del siglo XVII. No es habitual que un arquitecto del Renacimiento o del Barroco se atreviesen a proponer un proyecto de plan central, dada su escasa practicidad. Pero Longhena consideró que esta forma era óptima para una iglesia-ofrenda como la Salute y sabemos que era muy consciente de la originalidad de su propuesta.

Para la planta el arquitecto usa un octógono regular con galería, que también se traslada al luminoso tambor de la cúpula (arriba). Ese octógono luego desemboca en una cúpula perfectamente circular, sin transición aparente entre las dos formas. Este modelo no se había puesto en práctica al menos desde la Antigüedad clásica. A las referencias antiguas se une la influencia de Palladio en la forma de jugar con dos colores para las formas arquitectónicas del interior. Y para poder sostener la enorme y bulbosa cúpula exterior, digna heredera de la tradición bizantina propia de Venecia, la brillante idea de Longhena es transformar los reforzados contrafuertes en unas elegantes espirales gigantes con esculturas. Así el edificio aparenta gracia y ligereza cuando en realidad es un gigante de piedra.
Un detalle magistral.

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2. Sant’Ivo alla Sapienza

Sant'Ivo

¿Dónde está?

Un poquito escondida, entre el Panteón y la Piazza Navona de Roma. Hay que buscarla bien, pero su inconfundible remate superior ayuda a localizarla. Para poder ver el interior hay que estar avispado, porque los horarios de apertura son tan excéntricos como su diseño.

¿Quién la construyó?

Con ese aspecto tan loco… no puede haber duda.

Tiene que haber sido obra de Borromini.

Si Italia es la cuna de las cúpulas barrocas, donde encontramos mayor variedad de estilos y capricho en los diseños, sin duda Borromini sobresale por su creatividad en la concepción de las cúpulas. La obra del edificio se comenzó en 1642 y los últimos detalles decorativos no se terminarían hasta 1660, aunque en 1650 ya estaba disponible la mayor parte de la estructura.

ivo

¿Qué tiene de especial?

Todo.

Estamos ante una de las piezas más fascinantemente extrañas de toda la arquitectura mundial. Para esta iglesia, la locura genial de Borromini escogió una planta en forma de exágono estrellado, algo que antes que él se había usado… ¡nunca! Pero este reto de usar un modelo de planta por vez primera en la historia de la arquitectura le debió parecer demasiado simple, así que decidió que cada una de las puntas de ese exágono estrellado sería curva, alternando además bordes cóncavos y convexos (algo así). Por si fuese poca locura usar una planta tan rara, Borromini decidió algo todavía más loco: extender esa misma planta también en la cúpula. El resultado es una de las combinaciones de linea y volumen más original de toda la historia constructiva humana (arriba).

Lo grandioso del autor no es escoger estas formas tan difíciles, sino aplicarlas de manera perfecta y dando soluciones constructivas efectivas a los múltiples problemas técnicos y formales que implicaba trabajar con una geometría que nadie había experimentado antes.

Pero como toda tarta excepcional debe tener una guinda a su altura, el bueno de Borromini decidió culminar el exterior de esta obra maestra con un delicado remate monolítico en espiral (abajo). Tampoco hay precedentes conocidos de un diseño similar. No hay forma de medir el talento de Borromini. Esta cúpula estaría con todo merecimiento en el número uno de este ranking si fuese más conocida.

Borromini iba por libre. Y nosotros lo disfrutamos.

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1. St Paul’s Cathedral

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¿Dónde está?

En pleno centro de Londres. Como para no verla…

¿Quién la construyó?

La enorme catedral anglicana de Londres fue la obra maestra de Sir Christopher Wren, arquitecto de referencia del barroco inglés que tuvo mucho trabajo para reconstruir los monumentos de la capital tras el Gran Incendio de 1666. Se edificó desde 1675 hasta 1720 en el solar que había ocupado la antigua catedral gótica de San Pablo, también arrasada por el incendio.

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¿Qué tiene de especial?

El reto para Wren era crear un edificio icónico, que mantuviese la elegancia dentro de la obligada inmensidad que se requería para servir como catedral de Londres. No era fácil, pero lo logró. Su principal (y obvia) inspiración fue San Pedro, pero tiene mucho mérito haber conseguido imprimir al edificio un sello personal pese a tener una referencia tan influyente. El principal argumento para la personalidad diferencial de San Pablo está en su cúpula de 111 metros, que con una compleja estructura de doble cascarón y una elegante columnata en el exterior del tambor consigue transmitir gracilidad a pesar de ser uno de los edificios más masivos construidos hasta entonces.

San Pablo encarna el espíritu de Londres traducido en arquitectura. Su cúpula fue el edificio más alto de la capital desde 1710 hasta que en 1962 el primer rascacielos moderno la rebasó. Durante la Segunda Guerra Mundial fue uno de los pocos edificios del centro de la ciudad que no fue destruido durante el Blitz, a pesar de haber recibido el impacto directo de una bomba alemana. La imagen de la catedral resistiendo entre las llamas de los bombardeos fue una fuente de aliento para la resistencia ciudadana ante las penalidades de los ataques aéreos. Si hasta entonces los londinenses amaban su catedral, desde ese momento se convirtió definitivamente en un símbolo.

Quizás no sea tan especial o creativa como otras cúpulas de esta lista, pero sin duda las supera a todas en fuerza icónica e influencia, alcanzando por ello el primer puesto de esta peculiar clasificación.

St_Pauls_aerial

– Todas las imágenes proceden de Wikipedia –

Fuentes del artículo
A.Blunt, Arte y arquitectura en Francia 1500-1700, Cátedra, Madrid, 1998.
A.Blunt, Borromini, Alianza, Madrid, 1982.
L.H.Heydenreich/W.Lotz, Arquitectura en Italia 1400-1600, Cátedra, Madrid, 1992.
R.Wittkower, Arte y arquitectura en Italia 1600-1750, Cátedra, Madrid, 1999.
Wikipedia

 

  1. Podriámos incluir San Francisco el Grande en Madrid, San Pedro en Roma y tantas otras. Sugiero que amplies el catálogo de cúpulas barrocas.

    Y respecto al texto, abusamos de la palabra «icono». Ya se llama icónico a cualquier cosa que destaque y no es eso. Hay que limitar su uso. Los calificativos semejantes pueden ser muy, grande, magnífico, extraordinario, especial, único en …, bello, bellísimo, admirable, asombroso, fuera de serie, especial, etc.

    Cuando se quiera usar «icono» o «icónico» pruébese a sustituir esas palabras por alguna de las mencionadas arriba. El texto mejora y la influencia periodística se reduce.

    Más literatura y menos periodismo.

    Gracias y !viva el arte!

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    1. Ninguna de las dos cúpulas sugeridas es barroca.

      La cúpula de San Pedro es renacentista, construida íntegramente a lo largo del siglo XVI. Fue diseñada por Michelangelo Buonarroti y completada tras la muerte del maestro por Domenico Fontana y Giacomo della Porta.

      San Francisco el Grande es una iglesia neoclásica, levantada entre 1761 y 1784 y, por tanto, también fuera del periodo histórico que se trata aquí. Su cúpula, en concreto, es una pieza estereotipada, obra de un arquitecto de segunda fila (Antonio Plo y Camin) y finalizada en 1770.

      El adjetivo «icónico» se emplea porque todas las cupulas recogidas en el artículo tienen valor de «icono», es decir, se han convertido en imagenes que, por sí mismas, representan los lugares y ciudades en que fueron construidas. Se emplea en la acepción, admitida por la RAE, de «símbolo o representante de algo».

      Muchas gracias por las sugerencias.

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  2. te acabo de descubrir .. grande!! muchas gracias!!!

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    1. Muchas gracias a ti.

      Saludos

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